Illia, Alfonsín, legado ético

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EN 92º ANIVERSARIO DE SU NATALICIO



EVA POR NACHA
EVITA Y LAS DAMAS DE BENEFICIENCIA


LA NEGRITA Y EL RUSITO
EL AMIGO RADICAL DE EVITA

Moisés Lebensohn mantuvo durante largo tiempo amistad con Eva Perón, por haberse conocido en Junín y haberla ayudado con algunos comentarios favorables a su carrera artística en el diario Democracia.
En sus charlas le inculcó la necesidad de luchar por los desposeídos, justicia social que Lebehnson por su cultura y preocupación constante por estar actualizado con las circunstancias de la época ya había percibido como el gran tema del siglo veinte. Esta profunda amistad no se quebró siquiera cuando ambos estuvieron profundamente enfrentados en lo político, a punto tal que solían encontrarse en sitios públicos para compartir una charla y un café.
En la biografía Moises Lebensohn,José Bielicki cuenta que ambos eran de Junín, ella diez años menor, y quizá se conocieran a través de su madre. El dirigente radical y abogado habría asesorado a la familia Duarte en algún avatar con la justicia. Suele citarse que cuando Eva daba sus primeros pasos como actriz en Buenos Aires Moisés no dejó de apoyarla desde las páginas del diario Democracia, fundado por él.
Según testimonios la familiaridad entre ellos permitía que en privado o entre conocidos se llamaran con los apodos de Negrita y Rusito.
Lebensohn, uno de los líderes de “la intransigencia”, aunque no discutía su legitimidad (como sí hacían otras corrientes de la UCR), fue un fiero opositor al peronismo. En la Convención Constituyente del 49 era el presidente de su bloque, y fue quien dio el discurso de rompimiento con la misma. Pero asegura Bielicki que nada pudo resentir la simpatía y el respeto mutuo; hay quien menciona encuentros en un bar de la calle Corrientes, cuando ella ya era Eva Perón, “la abanderada de los humildes”.

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