POR UN PRESIDENTE RADICAL EN EL 2011 
Entrevista a Leopoldo Moreau
Entrevista a Leopoldo Moreau
"¿Y por qué no Cobos o Ricardo a provincia de Buenos Aires?"
07:59 27/09/2010
Reconocido como uno de los "hijos políticos" de Raúl Alfonsín, Moreau sostiene que la UCR tiene dos buenos candidatos a presidente, pero carece, al menos hasta el momento, de una sólida oferta para gobernador de la provincia de Buenos Aires.
–¿Quién se queda con la candidatura a presidente: Ricardo Alfonsín o Julio Cobos?
–Resta mucho. Son buenos candidatos. Tienen imagen positiva y están bien instalados ante la sociedad. Tampoco hay entre ellos diferencias ideológicas, como lo señalaron días atrás en Tucumán donde se comprometieron a forjar, de común acuerdo, el programa del partido. Esta ausencia de diferencias alienta, por caso, a nuestra línea interna, el Modeso, a trabajar con ambos en función del triunfo.
–¿Qué alcance tiene en la práctica objetiva de la política del partido de aquí a las elecciones, la ausencia de diferencias ideológicas?
–Facilita trabajos en común, acuerdos, reunión del conjunto del partido en una misma dirección. Ya no hay dos o tres radicalismos, hay uno solo.
–Entonces, si no hay diferencias ideológicas entre ellos, ¿las hay desde lo sustantivo de la política, o sea desde los recursos propios de cada uno de ellos en lo que hace a poder, estilo, para llevar adelante un proyecto?
–Ésa es otra cuestión, y muy importante. Eso hace a la percepción que de cada uno se forme sobre quién de los dos está en mejores condiciones para llevar adelante el proyecto del radicalismo que sea alternancia a lo existente. Cada radical deberá medir quién garantiza más esa respuesta, de cara al 2011.
–¿Quién garantiza más hoy esa alternancia: Ricardo o Cobos?
–También aquí es prematuro definirse. Y en esto, claro, también hay que esperar que hable la sociedad, que lo irá haciendo a medida que se acerquen las urnas. Pero en principio me parece que los dos están en condiciones de garantizar esa alternancia vía el armado de un dispositivo electoral que nos permita ser opción de poder. El dispositivo electoral debe basarse , además, en el compromiso de Ricardo y Cobos a formar parte del proyecto aunque uno de los dos quede en el camino. Ninguno de los dos puede quedar en el camino.
–¿Me está hablando de una fórmula Alfonsín-Cobos o viceversa?
–No me parece viable porque si el partido lidera un frente progresista, inevitablemente la candidatura a vicepresidente debe ser para otra fuerza. No es una obligación, pero hace a un proceso de integración. Mire, la historia política de la transición y de lo que ya no es transición dice que ganar una elección es más fácil que garantizar la gobernabilidad, y el radicalismo debe tener muy en claro este axioma.
–¿En relación a qué?
–A que está la provincia de Buenos Aires con el 37% de los votos o algo más, del país.
–Dice Helio Jaguaribe que cuando conoció Argentina había dos países: capital y el resto. Con los años, conoció tres países: capital, provincia de Buenos Aires y el resto. Luego, conoció cuatro países: capital, provincia, el conurbano bonaerense y el resto. ¿Devino en eso todo este andamiaje?
–Es así. Y al menos hoy, en la provincia de Buenos Aires, el radicalismo y su frente progresista no tienen candidato a gobernador con fuerte proyección política. Ésa es su debilidad. Un gobierno nacional que no maneje el paquidermo bonaerense, tiene mucho de suerte sellada. Hace 22 años que ahí manda el peronismo en cualquiera de sus máscaras, pero peronismo que garantizó gobernabilidad al poder central. No hay que entusiasmarse con ganar la elección nacional con independencia de ganar la provincia. Hay un correlato muy exigente entre ambas "geografías" de poder político. Cobos y Alfonsín deben tener muy en claro esta cuestión.
–El "en claro" ése es muy etéreo. Defina concretamente qué deberían hacer Cobos y Alfonsín en relación a la provincia.
–Si queremos ganar la presidencia y apuntalar su gobernabilidad, el que pierda la candidatura a presidente debe ser candidato a gobernador bonaerense. Alfonsín tiene domicilio en la provincia y Cobos también, en Ezeiza, concretamente. Las historia nos dice que en territorio bonaerense las elecciones a gobernador se ganan con dirigentes de proyección nacional. El peronismo ha trabajado muy bien esta cuestión, por eso hizo candidato a gobernador a Cafiero en su momento, a Ruckauf, a Scioli. No es una elección comarcal, de conocimiento directo del candidato. En la provincia, la política se vive en relación al poder central, el candidato que más cerca esté del obelisco, o sea del poder, es el más conocido, de él hablan los medios.
–¿Margarita Stolbizer no talla para esa candidatura? Fue candidata a gobernadora e hizo buen papel.
–Sí, pero no tiene la proyección de Cobos o Ricardo.
–¿Cómo está el radicalismo?
–Recupera iniciativa y también imagen. Tiene, como ya dije, dos buenos candidatos para presidente, pero está flojo de papeles.
–¿Qué es eso? ¿El déficit de ideas que se le acredita al radicalismo en materia económica?... "No le interesan los saberes técnicos", dijo Pinedo; "Es un partido de ideas opacas, vagas, extrañas", escribió Babini.
–Ésa es una leyenda negra que nos tiran y que no se corresponde a la realidad. Para muestra, la administración Illia, con una economía que creció en el marco de una inflación menor al uno por ciento y que generó una legislación social en el campo de la salud, de los derechos, siempre bajo aval de sólidos equipos técnicos. Lo mismo que el gobierno de Raúl Alfonsín que, a pesar de tener que desenvolverse en un marco de deuda extra muy grave, generó políticos que pusieron fin a problemas muy graves de la Argentina, en el campo de diferendos limítrofes, de integración continental, de los derechos humanos, ley de divorcio, etc. ¡El que arrió banderas fue Fernando de la Rúa!
–Calma, no se caliente. Vamos a lo de flojo de papeles.
–Flojo de papeles en el sentido que tiene que recuperar contenidos que no lo lleven a nuevas contradicciones, porque fue una contradicción oponerse a la estatización de la AFJP porque el radicalismo siempre sostuvo al sistema solidario de reparto como base del sistema de previsión social, lo cual es estar en línea con su ideario sobre el estado de bienestar social, que es estar en línea con la vinculación al pensamiento socialdemócrata que mantenemos. Otra contradicción es que hoy hay voces dentro de la máxima dirigencia radical oponiéndose a la participación de los trabajadores en la participación de las ganancias de las empresas, cuando fue el partido quien, en la reforma de la Constitución Nacional del año 1957, introduce el famoso artículo 14 bis, cuyo autor intelectual fue Crisólogo Larralde, que hace a ese tema.
–Son muchas las contradicciones.
–Sí, es correcto. Otra de ellas es que el bloque de diputados de la UCR votase en contra de la ley que autoriza a cruzar los datos de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, votación que no tuvo en cuenta que este banco fue creado por el gobierno de Alfonsín en el año 1987 para facilitar la localización de hijos de desaparecidos, entre otros objetivos.
En fin, el radicalismo debe debatir estos temas y otros que hacen nada menos ni nada más que cuestiones de derecho, de humanidad.
07:59 27/09/2010
Reconocido como uno de los "hijos políticos" de Raúl Alfonsín, Moreau sostiene que la UCR tiene dos buenos candidatos a presidente, pero carece, al menos hasta el momento, de una sólida oferta para gobernador de la provincia de Buenos Aires.
–¿Quién se queda con la candidatura a presidente: Ricardo Alfonsín o Julio Cobos?
–Resta mucho. Son buenos candidatos. Tienen imagen positiva y están bien instalados ante la sociedad. Tampoco hay entre ellos diferencias ideológicas, como lo señalaron días atrás en Tucumán donde se comprometieron a forjar, de común acuerdo, el programa del partido. Esta ausencia de diferencias alienta, por caso, a nuestra línea interna, el Modeso, a trabajar con ambos en función del triunfo.
–¿Qué alcance tiene en la práctica objetiva de la política del partido de aquí a las elecciones, la ausencia de diferencias ideológicas?
–Facilita trabajos en común, acuerdos, reunión del conjunto del partido en una misma dirección. Ya no hay dos o tres radicalismos, hay uno solo.
–Entonces, si no hay diferencias ideológicas entre ellos, ¿las hay desde lo sustantivo de la política, o sea desde los recursos propios de cada uno de ellos en lo que hace a poder, estilo, para llevar adelante un proyecto?
–Ésa es otra cuestión, y muy importante. Eso hace a la percepción que de cada uno se forme sobre quién de los dos está en mejores condiciones para llevar adelante el proyecto del radicalismo que sea alternancia a lo existente. Cada radical deberá medir quién garantiza más esa respuesta, de cara al 2011.
–¿Quién garantiza más hoy esa alternancia: Ricardo o Cobos?
–También aquí es prematuro definirse. Y en esto, claro, también hay que esperar que hable la sociedad, que lo irá haciendo a medida que se acerquen las urnas. Pero en principio me parece que los dos están en condiciones de garantizar esa alternancia vía el armado de un dispositivo electoral que nos permita ser opción de poder. El dispositivo electoral debe basarse , además, en el compromiso de Ricardo y Cobos a formar parte del proyecto aunque uno de los dos quede en el camino. Ninguno de los dos puede quedar en el camino.
–¿Me está hablando de una fórmula Alfonsín-Cobos o viceversa?
–No me parece viable porque si el partido lidera un frente progresista, inevitablemente la candidatura a vicepresidente debe ser para otra fuerza. No es una obligación, pero hace a un proceso de integración. Mire, la historia política de la transición y de lo que ya no es transición dice que ganar una elección es más fácil que garantizar la gobernabilidad, y el radicalismo debe tener muy en claro este axioma.
–¿En relación a qué?
–A que está la provincia de Buenos Aires con el 37% de los votos o algo más, del país.
–Dice Helio Jaguaribe que cuando conoció Argentina había dos países: capital y el resto. Con los años, conoció tres países: capital, provincia de Buenos Aires y el resto. Luego, conoció cuatro países: capital, provincia, el conurbano bonaerense y el resto. ¿Devino en eso todo este andamiaje?
–Es así. Y al menos hoy, en la provincia de Buenos Aires, el radicalismo y su frente progresista no tienen candidato a gobernador con fuerte proyección política. Ésa es su debilidad. Un gobierno nacional que no maneje el paquidermo bonaerense, tiene mucho de suerte sellada. Hace 22 años que ahí manda el peronismo en cualquiera de sus máscaras, pero peronismo que garantizó gobernabilidad al poder central. No hay que entusiasmarse con ganar la elección nacional con independencia de ganar la provincia. Hay un correlato muy exigente entre ambas "geografías" de poder político. Cobos y Alfonsín deben tener muy en claro esta cuestión.
–El "en claro" ése es muy etéreo. Defina concretamente qué deberían hacer Cobos y Alfonsín en relación a la provincia.
–Si queremos ganar la presidencia y apuntalar su gobernabilidad, el que pierda la candidatura a presidente debe ser candidato a gobernador bonaerense. Alfonsín tiene domicilio en la provincia y Cobos también, en Ezeiza, concretamente. Las historia nos dice que en territorio bonaerense las elecciones a gobernador se ganan con dirigentes de proyección nacional. El peronismo ha trabajado muy bien esta cuestión, por eso hizo candidato a gobernador a Cafiero en su momento, a Ruckauf, a Scioli. No es una elección comarcal, de conocimiento directo del candidato. En la provincia, la política se vive en relación al poder central, el candidato que más cerca esté del obelisco, o sea del poder, es el más conocido, de él hablan los medios.
–¿Margarita Stolbizer no talla para esa candidatura? Fue candidata a gobernadora e hizo buen papel.
–Sí, pero no tiene la proyección de Cobos o Ricardo.
–¿Cómo está el radicalismo?
–Recupera iniciativa y también imagen. Tiene, como ya dije, dos buenos candidatos para presidente, pero está flojo de papeles.
–¿Qué es eso? ¿El déficit de ideas que se le acredita al radicalismo en materia económica?... "No le interesan los saberes técnicos", dijo Pinedo; "Es un partido de ideas opacas, vagas, extrañas", escribió Babini.
–Ésa es una leyenda negra que nos tiran y que no se corresponde a la realidad. Para muestra, la administración Illia, con una economía que creció en el marco de una inflación menor al uno por ciento y que generó una legislación social en el campo de la salud, de los derechos, siempre bajo aval de sólidos equipos técnicos. Lo mismo que el gobierno de Raúl Alfonsín que, a pesar de tener que desenvolverse en un marco de deuda extra muy grave, generó políticos que pusieron fin a problemas muy graves de la Argentina, en el campo de diferendos limítrofes, de integración continental, de los derechos humanos, ley de divorcio, etc. ¡El que arrió banderas fue Fernando de la Rúa!
–Calma, no se caliente. Vamos a lo de flojo de papeles.
–Flojo de papeles en el sentido que tiene que recuperar contenidos que no lo lleven a nuevas contradicciones, porque fue una contradicción oponerse a la estatización de la AFJP porque el radicalismo siempre sostuvo al sistema solidario de reparto como base del sistema de previsión social, lo cual es estar en línea con su ideario sobre el estado de bienestar social, que es estar en línea con la vinculación al pensamiento socialdemócrata que mantenemos. Otra contradicción es que hoy hay voces dentro de la máxima dirigencia radical oponiéndose a la participación de los trabajadores en la participación de las ganancias de las empresas, cuando fue el partido quien, en la reforma de la Constitución Nacional del año 1957, introduce el famoso artículo 14 bis, cuyo autor intelectual fue Crisólogo Larralde, que hace a ese tema.
–Son muchas las contradicciones.
–Sí, es correcto. Otra de ellas es que el bloque de diputados de la UCR votase en contra de la ley que autoriza a cruzar los datos de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, votación que no tuvo en cuenta que este banco fue creado por el gobierno de Alfonsín en el año 1987 para facilitar la localización de hijos de desaparecidos, entre otros objetivos.
En fin, el radicalismo debe debatir estos temas y otros que hacen nada menos ni nada más que cuestiones de derecho, de humanidad.
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