Illia, Alfonsín, legado ético

RICARDO ALFONSIN 2011

"Me fue bien en Brasil. Como siempre un placer conversar con Sarney. Y me enriquecí con el diálogo con otras personalidades. ´Como siempre no me referí a las controversias internas de nuestros países, inclusive al mío aunque sean crecientes." RICARDO ALFONSIN

Alfonsín y Sarney, en una cena donde compartieron críticas a la gestión K
El brasileño le dijo que Lula tuvo que defender el Mercosur frente a los Kirchner.Por: Eleonora Gosman
No es una novedad hablar de la existencia de roces y desconfianzas entre los gobiernos de Brasil y de Argentina, acentuadas con frecuencia por ciertos estilos. Lo que es nuevo es la admisión de esa distancia. Fue lo que recogió el diputado radical Ricardo Alfonsín en una cena que tuvo como anfitrión al presidente del Senado brasileño José Sarney y como convidado al senador Eduardo Azeredo, del Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB).
Sarney quería conocer de cerca el descendiente del hombre que más admiró: el ex presidente argentino Raúl Alfonsín, quien fue su amigo. Por eso, invitó a Ricardo a un acto que organiza el uruguayo Julio Sanguinetti para celebrar el fin de la dictadura militar de su país. Casi los únicos que quedan de la camada que piloteó la redemocratización del Cono Sur.
Los argentinos que se sentaron a la mesa con los líderes políticos contaron a esta periodista que la prudencia no impidió que se dijeran cosas. Sarney subrayó los desafíos que el gobierno argentino, a partir sobre todo de Néstor Kirchner le impuso a Lula da Silva. Según la descripción del senador brasileño, Lula tuvo que tensar sus virtudes negociadoras para evitar un naufragio del Mercosur desde el mismo momento en que Kirchner asumió la Presidencia.
De acuerdo al relato de Sarney, eso no varió: hoy continúa en los mismos términos, aunque atenuados por el hecho de que la Presidencia la ejerce una mujer. Alfonsín se mostró prudente y tomó nota.
Aunque -fuentes de la delegación lo admitieron- explicó algunas de las causas de las fuertes críticas que la oposición suele hacerle al gobierno de Cristina, sobre todo en temas institucionales. Alfonsín llegó a Brasil invitado por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para debatir un documento sobre Democracia y Ciudadanía.
Ese seminario contó con una presencia argentina tan activa como variada.
Por el lado argentino estaban el senador oficialista Daniel Filmus; el ex embajador en Estados Unidos Jos Octavio Bordón; el ex vicepresidente y ex secretario del Mercosur, Carlos Chacho Alvarez; el ex ministro y ex senador radical Rodolfo Terragno; más el ex canciller del gobierno de Raúl Alfonsín, Dante Caputo.
Del lado brasileño hubo una presencia sustantiva: el ministro Luiz Dulci, colaborador de Lula durante ocho años, el asesor especial del presidente brasileño Marco Aurelio García y el vicecanciller Antonio Patriota.
No por acaso, ese foro sirvió para ratificar el papel de la libertad de información y la libertad de expresión como elementos vertebrales de la democratización.

JOSE SARNEY DESPIDE A RAUL ALFONSÍN