MOREAU SOBRE VENEZUELA
FIEL A LA MEJOR TRADICIÓN RADICAL.
Dedique muchos años de militancia ---como tantos otros de mi generación--- a sostener que la violencia no es el camino para resolver los conflictos de una sociedad y mucho menos cuando esas sociedades son conducidas por gobiernos surgidos de la voluntad popular.Por lo tanto no necesito absolver posiciones para justificar mi opinión sobre los sucesos en Venezuela.Ni tampoco subrayar que estoy tan lejos de los que pregonan el fusilamiento de un opositor como de aquellos otros que sostienen que hay movilizarse para echar al presidente Maduro.Me llama la atención que Henrique Capriles haya tomado distancia de los hechos e insista en una actitud dialoguista.Creo que eso debe ser visto no solo como parte de una estrategia política sino que habla de su afán de marcar distancia de otros grupos opositores que aparecen embarcados en una actitud francamente sediciosa porque no se puede calificar de otra forma a los que ganan las calles con la consigna de echar por la fuerza un gobierno de base legitima.Por supuesto,esto no significa adherir a quienes creen que se puede imponer restricciones a la legitimidad de los que quieran expresarse, criticar, demandar o reclamar cualquiera sea el objeto de ese reclamo.Pero no puedo dejar de decir que es llamativo que esta explosión de violencia se haya producido pocos días después de la reunión de la Cumbre de Estados Latinoamericanos y del Caribe.El gobierno de Estados Unidos hizo muchos esfuerzos para que este paso decisivo para la integración de América Latina fracasara.Trato de disuadir a sus gobiernos " amigos " para que no participaran y cuando no tuvo éxito porque a la CELAC se integraron 33 países vario su estrategia y, también a través de esos mismos gobiernos " amigos ", logro que en las normas de funcionamiento de la CELAC se incluyera una cláusula que impone que toda decisión debe ser tomada por unanimidad lo que otorga a cualquier estado un virtual poder de veto dado que aunque 32 países se pongan de acuerdo basta conque uno se oponga a una decisión para que esta quede bloqueada.Que Venezuela padece problemas nadie lo duda pero que los sectores populares que habían sido saqueados por una clase dominante que repatriaba enormes riquezas al exterior han visto ampliados sus derechos sociales es también un dato evidente y contundente.La estrategia de Estados Unidos de dividir para reinar ha sido una constante en su política para con América Latina.Por esa razón alienta la confrontación con el gobierno de Venezuela desde Colombia o hace correr la voz de que en Venezuela han entrado tropas cubanas, simplemente un verdadero desatino.Las opiniones ligeras y prejuiciosas hacen eco a esa política panamericanista de EE.UU que se contrapone al latinoamericanismo que siempre sostuvimos los partidos populares y progresistas del continente.La libertad de opinión,de reunión, de asociación y todas otras formas de ejercicio de los derechos democráticos no deben invocarse en favor del derrocamiento de un gobierno elegido por el pueblo, sino en todo caso para el intento de ganarle una elección y reemplazarlo.Hay que recordar que en la segunda mitad de la década del ochenta Centroamérica era escenario de guerras civiles en El Salvador,Guatemala y Nicragua,Pero hubo un liderazgo democrático, el de
Raúl Alfonsin, que no se dejo llevar por los ruidos de centrales mediáticas y desde el grupo de apoyo a Contadora pacifico la región e impidió una invasion financiada por EE.UU a Nicaragua que hubiera desembocado en una tragedia para el Continente.Que actúe el UNASUR.En este caso mas que nunca los de afuera deben ser de palo.
Somos la vida, somos la paz, somos el juicio a la junta militar
Somos Grupo Contadora
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