JUVENTUD RADICAL
EN LA LUCHA POPULAR
Sin Julio López No Hay Nunca Más
EN LA LUCHA POPULAR
Sin Julio López No Hay Nunca Más
Cuando el Gobierno Radical de Raúl Alfonsín condenó a las Juntas Militares dio un mensaje contundente: Que la Democracia no toleraría a un Estado que ordene y sea cómplice en la desaparición de personas por motivos políticos, religiosos, sociales ni de ninguna otra clase.
Pero 27 años después de recuperar la democracia vemos mensajes contradictorios. Si se dice defender los Derechos Humanos, no se puede ser cómplice de nuevas desapariciones.
Ya pasaron cuatro años de la primera desaparición en democracia, el secuestro de Jorge Julio López, testigo en el juicio que condenó al oscuro represor Miguel Etchecolatz. Un Estado que no brinda protección a quienes juegan su vida mediante su testimonio, deja a las personas libradas al poder de viejos dinosaurios.
Es que cuando se dice defender los Derechos Humanos tiene que referirse a todos y no sólo a algunos privilegiados del poder de turno. Hablamos también de la desaparición de Luciano Arruga, que por no querer ser cómplice de actos delictivos hechos por las fuerzas de inseguridad bonaerense tuvo un macabro destino.
Cuando defender los Derechos Humanos sólo tiene la motivación de reescribir una historia a la cual se ha traicionado por apoyar la auto-amnistía militar, haber apoyado el pacto sindical-militar, no haber apoyado a la Conadep y al Juicio a las Juntas y haber apoyado a los indultos de los Videla y Massera, se transforma, en definitiva, en traicionar al pueblo argentino que conquistó la Democracia y juzgó a los responsables de esa violencia.
Cuando defender los Derechos Humanos esconde un negocio electoral, no es más que ser cómplice de los hijos de puta que tienen a Julio y a Luciano.
Sin Julio López y Luciano Arruga no hay Nunca Más. Los seguimos esperando con vida y exigimos al Gobierno cómplice de los Kirchner que intensifique su búsqueda y encuentre a los responsables caiga quien tenga que caer.
¡El 18/09 ponete la boina y reclamá la aparición con vida de Julio López el primer desaparecido en Demokracia!
Pero 27 años después de recuperar la democracia vemos mensajes contradictorios. Si se dice defender los Derechos Humanos, no se puede ser cómplice de nuevas desapariciones.
Ya pasaron cuatro años de la primera desaparición en democracia, el secuestro de Jorge Julio López, testigo en el juicio que condenó al oscuro represor Miguel Etchecolatz. Un Estado que no brinda protección a quienes juegan su vida mediante su testimonio, deja a las personas libradas al poder de viejos dinosaurios.
Es que cuando se dice defender los Derechos Humanos tiene que referirse a todos y no sólo a algunos privilegiados del poder de turno. Hablamos también de la desaparición de Luciano Arruga, que por no querer ser cómplice de actos delictivos hechos por las fuerzas de inseguridad bonaerense tuvo un macabro destino.
Cuando defender los Derechos Humanos sólo tiene la motivación de reescribir una historia a la cual se ha traicionado por apoyar la auto-amnistía militar, haber apoyado el pacto sindical-militar, no haber apoyado a la Conadep y al Juicio a las Juntas y haber apoyado a los indultos de los Videla y Massera, se transforma, en definitiva, en traicionar al pueblo argentino que conquistó la Democracia y juzgó a los responsables de esa violencia.
Cuando defender los Derechos Humanos esconde un negocio electoral, no es más que ser cómplice de los hijos de puta que tienen a Julio y a Luciano.
Sin Julio López y Luciano Arruga no hay Nunca Más. Los seguimos esperando con vida y exigimos al Gobierno cómplice de los Kirchner que intensifique su búsqueda y encuentre a los responsables caiga quien tenga que caer.
¡El 18/09 ponete la boina y reclamá la aparición con vida de Julio López el primer desaparecido en Demokracia!
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