El sismo que conmovió a Pablo Neruda y Violeta Parra
Así quedó el puerto de Puerto Montt tras el catastrófico sismo de 1960.
El domingo 22 de mayo de 1960 se produjo uno de los sucesos más relevantes en la historia de Puerto Montt
A las 15.10 horas se desató un violento movimiento sísmico que dejó cientos de víctimas y en ruinas a gran parte de los centros poblados. La violencia del terremoto, que tuvo una duración de 3 minutos, alcanzó 8,9º en la escala de Richter y fue suficiente para echar por tierra todo aquello que no estuviera asentado sobra una sólida base.
La gente desesperada salía a las calles y con horror podía observar el derrumbe de las viviendas y las enormes grietas que se abrían en el suelo. Los que experimentaron aquel trágico momento aseguran que "no es para olvidarlo".
Tras el desastre vino la difícil etapa de la reconstrucción y los puertomontinos demostraron una pujanza admirable, haciendo de esta ciudad un ejemplo de progreso que no tiene comparación en el sur de Chile.
Dos grandes de la cultura chilena vivieron, de alguna manera, dicha amarga y inolvidable experiencia: uno desde el extranjero, y otra in situ. Pablo Neruda estaba en Europa y se connmovió al conocer la noticia; mientras que la recordada Violeta Parra se encontraba nada menos que ese fatídico día en Puerto Montt.
PABLO NERUDA
Pablo Neruda y Matilde Urrutia en una de sus visitas a Puerto Montt y captado en Angelmó, lugar que gustaban disfrutar.
A mediados de abril de 1960, Pablo Neruda a bordo del barco "Louis LumiŠre", zarpa desde Valparaíso rumbo a Europa. Recorre Unión Soviética, Polonia, Bulgaria, Rumania, Checoslovaquia y arriba a Francia.
En la capital gala recibe la noticia del terremoto del 22 de mayo de 1960, que ha asolado el sur de Chile.
Allí, en el comienzo de la primavera marina,
cuando el ave asustada y hambrienta persigue a la nave
y en la sal apacible del cielo y el agua aparece el aroma
del bosque de Europa, el olor de la menta terrestre,
supimos, amada, que Chile sufría quebrado por un terremoto.
Dios mío, tocó la campana la lengua del antepasado en mi boca,
otra vez, otra vez el caballo iracundo patea el planeta
y escoge la patria delgada, la orilla del páramo andino,
la tierra que dio en su angostura la uva celeste y el cobre absoluto,
otra vez, otra vez la herradura en el rostro
de la pobre familia que nace y padece otra ver espanto y la grieta,
el suelo que aparta los pies y divide el volumen del alma
hasta hacerla un pañuelo, un puñado de polvo, un gemido.
Por los muros caídos, el llanto en el triste hospital,
por las calles cubiertas de escombros y miedo,
por el ave que vuela sin árbol y el perro que aúlla sin ojos,
patria de agua y de vino, hija y madre de mi alma,
déjame confundirme contigo en el viento y el llanto
y que el mismo iracundo destino aniquile mi cuerpo y mi tierra.
Ay canta guitarra del Sur en la lluvia, en el sol lancinante
que lame los robles quemados pintándoles alas,
ay canta, racimo de selvas, la tierra empapada, los rápidos ríos,
el inabarcable silencio de la primavera mojada,
y que tu canción me devuelva la patria en peligro:
que corran las cuerdas del canto en el viento extranjero
porque mi sangre circula en mi canto si cantas,
si cantas, oh patria terrible, en el centro de los terremotos
porque así necesitas de mí, resurrecta,
porque canta tu boca en mi boca y sólo el amor resucita.
(Terremoto en Chile, La Barcarola)
Pablo Neruda solicita y da noticias. Hay que fundar otra vez la patria temblorosa. Pondrá la poesía y la pintura en pie para la reconstrucción. En carta enviada a Volodia Teitelboim, el 6 de agosto de 1960, escribe:"Se publicará en París un poema mío en edición de lujo - 100 ejemplares - con ilustraciones de Picasso, Dalí, Tamayo, Miró, Matta y Siqueiros. El total recaudado será para los damnificados nuestros y la reconstrucción".
VIOLETA CONVERSA CON DIOS
Violeta Parra vivió el terremoto de 1960 en Puerto Montt.
En mayo de 1960 la gran folklorista Violeta Parra se encuentra en gira por el sur de nuestro país. Descansando en el segundo piso del Hotel Miramar de Puerto Montt, ubicado en el sitio en donde actualmente se levanta la Casa del Arte "Diego Rivera", la sorprende el terremoto.
Inspirada en esta terrible experiencia, compone la canción "Puerto Montt está temblando", en donde narra lo sufrido aquella tarde del domingo 22 de mayo y la inevitable conversación con Dios que le provoca el movimiento telúrico, logrando una vez más en sus versos plasmar su percepción de los acontecimientos y al mismo tiempo reflejar en ellos la fragilidad humana. Graba esta canción para el volumen VIII del Folklore de Chile, titulado "Toda Violeta Parra".
del bosque de Europa, el olor de la menta terrestre,
supimos, amada, que Chile sufría quebrado por un terremoto.
Dios mío, tocó la campana la lengua del antepasado en mi boca,
otra vez, otra vez el caballo iracundo patea el planeta
y escoge la patria delgada, la orilla del páramo andino,
la tierra que dio en su angostura la uva celeste y el cobre absoluto,
otra vez, otra vez la herradura en el rostro
de la pobre familia que nace y padece otra ver espanto y la grieta,
el suelo que aparta los pies y divide el volumen del alma
hasta hacerla un pañuelo, un puñado de polvo, un gemido.
Por los muros caídos, el llanto en el triste hospital,
por las calles cubiertas de escombros y miedo,
por el ave que vuela sin árbol y el perro que aúlla sin ojos,
patria de agua y de vino, hija y madre de mi alma,
déjame confundirme contigo en el viento y el llanto
y que el mismo iracundo destino aniquile mi cuerpo y mi tierra.
Ay canta guitarra del Sur en la lluvia, en el sol lancinante
que lame los robles quemados pintándoles alas,
ay canta, racimo de selvas, la tierra empapada, los rápidos ríos,
el inabarcable silencio de la primavera mojada,
y que tu canción me devuelva la patria en peligro:
que corran las cuerdas del canto en el viento extranjero
porque mi sangre circula en mi canto si cantas,
si cantas, oh patria terrible, en el centro de los terremotos
porque así necesitas de mí, resurrecta,
porque canta tu boca en mi boca y sólo el amor resucita.
(Terremoto en Chile, La Barcarola)
Pablo Neruda solicita y da noticias. Hay que fundar otra vez la patria temblorosa. Pondrá la poesía y la pintura en pie para la reconstrucción. En carta enviada a Volodia Teitelboim, el 6 de agosto de 1960, escribe:"Se publicará en París un poema mío en edición de lujo - 100 ejemplares - con ilustraciones de Picasso, Dalí, Tamayo, Miró, Matta y Siqueiros. El total recaudado será para los damnificados nuestros y la reconstrucción".
VIOLETA CONVERSA CON DIOS
Violeta Parra vivió el terremoto de 1960 en Puerto Montt.
En mayo de 1960 la gran folklorista Violeta Parra se encuentra en gira por el sur de nuestro país. Descansando en el segundo piso del Hotel Miramar de Puerto Montt, ubicado en el sitio en donde actualmente se levanta la Casa del Arte "Diego Rivera", la sorprende el terremoto.
Inspirada en esta terrible experiencia, compone la canción "Puerto Montt está temblando", en donde narra lo sufrido aquella tarde del domingo 22 de mayo y la inevitable conversación con Dios que le provoca el movimiento telúrico, logrando una vez más en sus versos plasmar su percepción de los acontecimientos y al mismo tiempo reflejar en ellos la fragilidad humana. Graba esta canción para el volumen VIII del Folklore de Chile, titulado "Toda Violeta Parra".
Puerto Montt está temblando / con un encono profundo / es un acabo de mundo / lo que yo estoy presenciando / a Dios le voy preguntando / con voz que es como un bramido / por qué mandó este castigo / responde con elocuencia / se me acabó la paciencia / y hay que limpiar este trigo.
Del centro salté a la puerta /con gran espanto en el alma /rogando por una calma/ pero el temblor va en aumenta. Todo a mis ojos revienta /se me nubla la cabeza / del ver brincar en la pieza / la estampa de San Antonio /diciendo: muera el demonio / que se anda haciendo el que reza.
La mar está enfurecida / la tierra está temblorosa / qué vida tan rencorosa / lo trajo la atardecida / con una angustia crecida / le estoy pidiendo al señor/ que detenga su rencor / tan sólo por un minuto /es un peligro este luto / pal alma y el corazón.
Así fue señores míos / la triste conversación / que en medio de aquel temblor/ sostuve con el divino / cuando pasó el torbellino / de la advertencia final / bajito empezó a llorar mi cuerpo resucitado / diciendo Dios'tá indignado/ con la culpa terrenal.
Del centro salté a la puerta /con gran espanto en el alma /rogando por una calma/ pero el temblor va en aumenta. Todo a mis ojos revienta /se me nubla la cabeza / del ver brincar en la pieza / la estampa de San Antonio /diciendo: muera el demonio / que se anda haciendo el que reza.
La mar está enfurecida / la tierra está temblorosa / qué vida tan rencorosa / lo trajo la atardecida / con una angustia crecida / le estoy pidiendo al señor/ que detenga su rencor / tan sólo por un minuto /es un peligro este luto / pal alma y el corazón.
Así fue señores míos / la triste conversación / que en medio de aquel temblor/ sostuve con el divino / cuando pasó el torbellino / de la advertencia final / bajito empezó a llorar mi cuerpo resucitado / diciendo Dios'tá indignado/ con la culpa terrenal.
Por Juan Carlos Velásquez
Profesor de Historia
http://www.diariollanquihue.cl/site/apg/reportajes/pags/20040523003913.html
Profesor de Historia
http://www.diariollanquihue.cl/site/apg/reportajes/pags/20040523003913.html
Chile llora
por Carlos Vila (notas)
"Una columna ciega de ceniza se tambaleaba en medio de la noche. Yo te pregunto: he muerto? Dame la mano en esta ruptura del planeta mientras la cicatriz del cielo morado, se hace estrella” PABLO NERUDA
por Carlos Vila (notas)
"Una columna ciega de ceniza se tambaleaba en medio de la noche. Yo te pregunto: he muerto? Dame la mano en esta ruptura del planeta mientras la cicatriz del cielo morado, se hace estrella” PABLO NERUDA
Chile me mira con sus ojos profundos y llora. Con su mirada tierna de araucaria, de cactus, de gaviota. Y llora, otra vez, llora. No te vaya tan lejos, poeta a buscar el llanto. Está aquí. Rojo llanto de ceniza y lodo. Llora Santiago a los pies del Huelén. Llora Michimalonco, Lautaro, Caupolicán. Gabriela, Allende, Neftalí. Valdivia se revuelca en su propio espanto La tierra clama y estalla y detona su furia. Huyen los obreros, los mineros, los niños. Pálidas mujeres de rostros macilentos. El guanaco y el puma. La alpaca y la vicuña. Huye el verano y su violento olor a primavera. Es reemplazado por el olor de muerte. Las voces del Arauco son un grito de piedra. Los Andes. Magníficos. Soberbios. Se desgajan. El cobre es una antorcha ciega. La luna un temporal de sangre. Vuelve el caballo desbocado del miedo. Desafila la espada del relincho. Corta las riendas, abre catacumbas. Se levantan y caen, mapuches y pehuenches. Hay una congoja de adobe que estremece En medio del Desierto, María Elena, cubre sus llagas con salitre. Chile me mira. Y me nombra y te nombra...y espera. Amor, hermano, polen americano. Ave Fénix. Sube tu sol por mi garganta, rasgúñame en el pecho... Y lloremos hermano. No ha de ser el primero. Tampoco él último lloro... ni el último, apasionado, canto. AMELIA ARELLANO -SAN LUIS-ARGENT
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