Illia, Alfonsín, legado ético

RICARDO ALFONSIN 2011
ENTREVISTA A RICARDO ALFONSÍN
“La autoexclusión de la Coalición Cívica implicaría un grave daño electoral”
Advirtió que Cobos “no es el principal candidato de la UCR”, sino quien “mejor resultado puede garantizar”.
Con el mismo gesto adusto que tenía su padre cuando se enojaba, Ricardo Alfonsín rompe con esa advertencia apenas analiza las últimas críticas de Elisa Carrió a la UCR y a Julio Cobos.
“La autoexclusión de la Coalición del Acuerdo Cívico importaría un daño enorme en términos electorales de cara a 2011. Con este tipo de actitudes, el oficialismo está muy contento”, apunta el diputado radical.
Se tira el cabello hacia atrás con ambas manos, acomoda la voz y sale en defensa del vicepresidente: “Reconoció su error y decidió volver al partido, y se ha comprometido a trabajar para reparar el daño que ha sufrido la UCR”. Sin embargo, admite que la situación del titular del Senado es “anómala” y señala –en disidencia con el resto de sus correligionarios– que en los próximos desempates en el Parlamento “deberá actuar en relación con qué es lo mejor para la República” y no para los designios del radicalismo.
–¿Quiere ser candidato a presidente?
–A cualquier militante político al que le hagan esa pregunta va a decir que sí. La presidencia de la República es el lugar desde donde se puede trabajar con mayor alcance para transformar la realidad. Eso no quiere decir que esté pensando en disputar candidaturas dentro del Acuerdo Cívico con vistas a 2011.
–Sin embargo, un sector del radicalismo está evaluando una alternativa a Cobos y su nombre suena fuerte.
–Algunos hablan de plan B; yo creo que hay que postergar esas discusiones para más adelante. Si no estamos en condiciones de discutir el plan A, menos el plan B. Tenemos que discutir programas entre todas las fuerzas políticas del Acuerdo Cívico. No hemos sido capaces de generar las condiciones para trabajar de manera conjunta en la elaboración de agendas legislativas, la construcción de programas de gobierno y la definición de políticas de alianzas.
–¿Es posible una fórmula Cobos–Alfonsín?
–Si logramos preservar el Acuerdo Cívico, no creo que sea conveniente que la fórmula presidencial esté integrada por dos hombres del mismo partido.
–¿Y en caso que la UCR vaya por fuera del Acuerdo Cívico y Social?
–Habría que discutirlo, pero ese debate no se va a dar a través de los medios. No es tiempo de discutir candidaturas a través de los medios. En el partido, sí debemos pensar acerca de cuáles son los mejores hombres para que en 2011 puedan interpretar a la sociedad y el pensamiento de la Unión Cívica Radical. Ojalá que, más que candidaturas, la sociedad nos reclamara programas.
–¿Cuáles son los puntos más relevantes del programa de gobierno de la UCR?
–Estamos trabajando en eso. Tenemos que definir los instrumentos que nos vayan a permitir terminar con los niveles de injusticia que existen; garantizar la salud y la educación pública; contar con la infraestructura necesaria para poner en marcha este proceso de crecimiento, para lo que hay que resolver los problemas de la energía y necesitamos caminos, ferrocarriles, puertos, políticas internacionales para aprovechar los nichos que existen en el mercado internacional, y acuerdos entre las fuerzas de trabajo, capital y la política para consensuar un proyecto nacional.
–Usted antes señaló que es necesario discutir un programa de gobierno conjunto entre las distintas fuerzas del Acuerdo Cívico y Social. ¿Ese espacio sigue en pie?
–Todavía sí y yo aspiro a que continúe, no sólo con las fuerzas que están hoy si no que es necesario ampliarlo a otros sectores de la centroizquierda, con los cuales podemos tener afinidades programáticas, más allá de algunas discrepancias. Como consecuencia de la inmadurez política, se da la paradoja de que los partidos que piensan igual compiten entre sí. Con el frente de centroizquierda –aunque al radicalismo también lo ubico en ese sector del arco ideológico– también podríamos tener conversaciones para explorar la posibilidad de trabajar juntos.
–¿De cara a un proyecto electoral?
–Sí, a mí me gustaría.
–¿A quién se refiere específicamente?
–A la fuerza de Fernando “Pino” Solanas, a Claudio Lozano y a Martín Sabbatella. Sé que no es sencillo porque hay muchos preconceptos y hay rivalidades que tienen que ver con el hecho de que pensamos parecido.
–Desde la Coalición dijeron que no quieren hacer del Acuerdo una nueva Alianza y compararon a Cobos con Fernando de la Rúa. ¿Qué piensa de eso?
–Pienso que no es justa esa comparación. No creo que Cobos sea De la Rúa ni me gusta utilizar nombres personales para hacer comparaciones que puedan ser agresivas. Es extraño, muchos dicen que no saben cómo es Cobos y que no pueden hablar de él porque no saben qué es lo que piensa, pero después parece que lo conocen demasiado y hasta están en condiciones de hacer comparaciones.
–Mientras el radicalismo intenta recomponer la relación con Cobos, Carrió sostiene que, si ustedes lo llevan como candidato, la Coalición irá a las elecciones por separado.
–En primer lugar, nosotros no estamos tratando de recomponer con Cobos, sino que él ha manifestado su deseo de regresar a la UCR, y la Convención Nacional de Mar del Plata se expresó a favor de generar las condiciones para la vuelta de todos. En segundo lugar, la Coalición Cívica planteó que, si Cobos fuera candidato, no se mantendría en el Acuerdo Cívico. A eso respondo que todavía Cobos no es el candidato, y, si lo fuera, la autoexclusión de la Coalición del Acuerdo Cívico implicaría un daño enorme en términos electorales de cara a 2011. Con este tipo de actitudes, el oficialismo está muy contento.
–En relación con las críticas de Lilita hacia Cobos, usted manifestó que “hay declaraciones y actitudes que no contribuyen demasiado”. ¿Aún es posible construir un proyecto electoral a futuro con Carrió?
–Creo que es posible, lo que no sé es si es probable. Vamos a seguir trabajando para saldar estas diferencias. Tengo muy buena relación con Cobos, con Lilita, con Binner y con Stolbizer.
–¿Cobos debe renunciar o pedir licencia si quiere ser candidato?
–Él dijo que cuando sea candidato va a renunciar o a pedir licencia.
–¿Cómo explica que Cobos sea vicepresidente y, simultáneamente, dirigente opositor?
–Hay que hacer un poco de historia. Se quebró la alianza de gobierno. La fórmula Cristina Kirchner-Julio Cobos llegó como consecuencia de una alianza de fuerzas políticas. Cobos representaba al CONFE, y se quebró la alianza de fuerzas por incumplimiento de quienes lo invitaron a participar de la Concertación Plural. En su momento, le dijeron que comenzaba la etapa del diálogo, de la reparación institucional, y que iban a poder participar. Nada de eso ocurrió. Cuando vos actuás de esta manera, tenés que hacerte cargo de las consecuencias. ¿O acaso creían que era gratis pedirle a alguien que los ayudara a ganar? No sé si hubieran ganado las elecciones sin el CONFE. Seguro habrían pasado a segunda vuelta y no sé qué habrían ganado.
–Según usted, el kirchnerismo es el responsable de que Cobos sea nuevamente un militante opositor.
–¿Quién lo invitó a formar parte del Gobierno? Cobos está allí porque lo invitaron. Eligieron mal, ahora que se hagan cargo.
–¿Y a Cobos qué responsabilidad le cabe?
–Él está haciendo lo que cree que debía hacer. Con la 125 hizo lo que tenía que hacer. ¿Acaso ese tema estaba en la plataforma? Ni siquiera levantaron el teléfono para consultarlo cuando surgió el conflicto. La situación de Cobos es una anomalía, no lo desconozco. Y nosotros lo criticamos mucho cuando se fue. Creo que los que aceptaron formar parte de la Concertación cometieron un error terrible, por eso los excluimos de los padrones.
–¿Cómo se explica que hoy el principal candidato de la UCR sea alguien a quien se lo expulsó de por vida del partido?
–No es el principal candidato de la UCR. Es el hombre que reúne mayores adhesiones. En términos electorales, es sin ninguna duda el hombre que mejores resultados podría garantizar. Después habrá que discutir entre todos quién es el mejor candidato del Acuerdo Cívico. Cobos está entre esos posibles candidatos porque reconoció su error y decidió volver al partido, porque se ha comprometido a trabajar para reparar el daño que ha sufrido la UCR y porque no podemos poner las cuestiones emocionales por encima de la necesidad de recuperar el partido.
–Desde la UCR señalaron que quieren que Cobos se quede en su cargo porque deberá desempatar más de una votación en la Cámara alta. En ese caso, ¿él deberá votar en función de su rol de opositor o como representante del Ejecutivo?
–Cobos manifestó su deseo de regresar a la UCR. Se suspendió su regreso hasta tanto él deje de ser vicepresidente. De modo que, si no pertenece a la UCR, tampoco actúa allí como un hombre del partido. Él deberá actuar en relación con qué es lo mejor para la República. No se trata de que, porque quiere volver a la UCR, tiene que votar como la UCR.
–¿Por qué entonces el partido se molestó cuando Cobos votó a favor de la remoción de Redrado?
– Tal vez porque existe la idea de que Cobos debe actuar como un hombre de la UCR. Yo no creo eso. En segundo lugar, se exageró la reacción. Me parece que nos ahogamos en un vaso de agua con ese tema. El voto de Cobos fue el que menos explicación requería. No es un afiliado al partido, por lo tanto no tiene las obligaciones ni los derechos de la UCR.
–Si Cobos no es un hombre del partido, ¿por qué fue a la cena de San Nicolás?
–A las reuniones que organizamos han ido hombres de otros partidos.
–Sí, pero Cobos no pertenece a otro partido...
–Él manifestó sus ganas de regresar al partido, pero pidió que todavía no se aplicaran las obligaciones y derechos propios de un afiliado porque es vicepresidente.
–El Gobierno acusó al radicalismo de “cuasi golpista” por pedirle al vicepresidente que votara en contra de la remoción de Redrado.
–No los entiendo. Creo que utilizan palabras que tienen un gran efecto emocional. ¿Qué quiere decir “cuasi golpista”? ¿Qué quisieron decir con eso? ¿Cómo podríamos ser golpistas o intentar destituirlos? ¡Que me expliquen, así nos podemos defender! Me imagino que no se refieren a que vamos a golpear las puertas de los cuarteles. ¡Es un disparate lo que han dicho! Ni ellos lo creen. No sólo queremos que se queden hasta 2011, sino que además resuelvan los problemas, porque después nos tenemos que hacer cargo nosotros. Espero que no nos dejen bombas de tiempo como en los años noventa.
–En un año donde la UCR estará abocada a su reconstrucción, ¿cuál será el rol en el Parlamento? –Debemos tener posiciones muy claras y responsables, consecuentes con nuestra prédica acerca de la necesidad de buscar consenso, del interés nacional y de los sectores que más han venido sufriendo. Nuestro partido pretende –mucho más que el justicialismo– ser el representante de los sectores populares.
–¿Cuáles serán los principales debates?
–Sobre el tema institucional. Y esto no es fetichismo institucional. En el Frente para la Victoria atrasan y no entienden que es muy difícil progresar de manera sostenida si el oficialismo y la oposición no son escrupulosamente respetuosos de las instituciones de la República. La falta de seriedad no es una buena señal para atraer inversiones y crecer.
–¿Ustedes estarían dispuestos a votar a favor de una reforma tributaria?
–¡Por supuesto! Varias veces hemos propuesto discutirla. A través del sistema tributario se redistribuyen ingresos. La distribución primaria se produce con los salarios y la redistribución se da a través de los impuestos.
–¿Es posible armar alianzas parlamentarias con el PJ disidente?
–Para cuestiones institucionales, de la misma manera que se podría con el oficialismo si comprendiera que la cuestión republicana es importante.
–¿Y un acuerdo electoral entre la UCR y el PJ de cara a 2011?
–Electoral no, menos con el PRO. Creo que hay que recuperar el bipartidismo en la Argentina. Somos partidos que tenemos diferencias. El PJ, incluso este Gobierno, se siente más cómodo en la centroderecha y nosotros no.
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