HONORES AL DR. PUEYRREDÓN!!!
23 DE SEPTIEMBRE DE 1945
64º ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO.
El Radicalismo no es, como he dicho, una fuerza puramente electiva y por consiguiente, un puente para llegar a las distintas posiciones; es una religión de sacrificios. Al incorporarnos a este partido, tenemos que dejar en los umbrales nuestras ambiciones personales, mucho de lo que podríamos utilizar si fuéramos libres. Esa es la disciplina que el pueblo quiere. El pueblo, en la simplicidad, pero en la profunda penetración de su psicología, nos juzga a cada uno de nosotros y de nuestra conducta privada deduce nuestra conducta política".- (Discurso ante la Honorable Convención Nacional 29-5-39).
'La Unión Cívica Radical es una fuerza espiritual; un estado de conciencia; radica en el alma del pueblo; el Radicalismo es hoy como lo fuera otrora una esperanza de redención social. Si llegáramos a defraudarle, si por falta de comprensión de sus hombres dirigentes no marcáramos en la acción futura de gobierno, rumbos y procedimientos nuevos que lleven la gran premisa de asegurar la mayor felicidad al mayor número; si no hemos de empeñarnos y crear un estado medio entre la riqueza y la miseria, de modo que el pobre tenga asegurado un mínimo de bienestar, con pan, escuela y trabajo, y el que lo ha conquistado viva libre del miedo de perderlo; si no hemos de hacer lo bastante, para no contemplar el espectáculo de ver levantarse a diario nuevas ciudades, en las que mientras el obrero con sus manos construye palacios, no asegura para su cabeza un solo techo, si no hemos de reivindicar el ideal de civilización moderna, de que el obrero sea el elemento esencial y el asociado de la industria; de que el hombre está primero que la máquina y primero que el producto, y que para una Nación fuerte hacer dinero es menos importante que formar hombres; si no hemos de hacer eso, días nebulosos podrán venir para la paz social de la República".
Doctor Honorio Pueyrredón - 1934
Doctor Honorio Pueyrredón - 1934
-"Muchas veces he hablado de intransigencia. Soy intransigente. Pero me parece que la gente no entiende bien el sentido de intransigencia y le da el alcance de intolerancia. Además, aplica este concepto al sentido de las relaciones privadas. Su sentido, en verdad, es muy distinto. La intransigencia no es la intolerancia. La intransigencia es la condición esencial de la fe a un culto, a una religión, a un principio. No se conciben principios religiosos completos si no son a base de su constante intransigencia. Intransigencia no quiere decir tozudez. La intransigencia tampoco es un concepto despectivo hacia los demás. De ninguna manera. La intransigencia no es un repudio a las personas; es un repudio a los pactos. Y es un repudio a los pactos, porque el pacto es la negación de la completa idea que se sostiene. Sea cualquiera, el pacto es un "do ut des" de los romanos, es a base de perder algo. Y yo pregunto, puede, quien sostiene una virtud, negociar un pacto con respecto a esa virtud? En modo alguno. Tenemos que ser intransigentes, si no, desapareceremos. Con intransigencia y virtud, siempre habrá ciudadanos argentinos que la mantengan. (De su último discurso, pronunciado en su domicilio particular ante un numeroso grupo de correligionarios 5-4-1945).
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