UN CANDIDATO DE LUJO: JULIO CESAR STRASSERA DIPUTADO!!
(Gustavo Angerame)
Quién se atreve humildemente a proponer esta candidatura, que sería lujosa no sólo para la U.C.R. sino que para el Congreso Nacional, es afiliado radical desde el mismo día que cumplió 18 años, pero ya venía militando desde un año antes con el reverdecer de la democracia en aquella maravillosa primavera política de 1983, quizás el único nubarrón de esos días fue no poder votar a Raúl Alfonsín por la edad.
Seguí en el partido en los momentos buenos, no tan buenos y en los decididamente malos, pero como dice Florentina uno no abandona a la familia en la mala, por ello puedo exhibir la simbólica medalla de radical inclaudicable que integró el exiguo pero digno 2 % en el 2003 con la candidatura militante de Leopoldo Moreau, y tengo la convicción de que todos aquellos que votamos nuestra fórmula evitamos la defunción del partido centenario, esa jornada podría considerarse como DÍA DE LA LEALTAD RADICAL.
Volviendo a 1983 y al tema que hoy me ocupa, en diciembre de aquel año me sentía, y hoy aún más me siento, "orgulloso" de que el candidato de nuestro partido, una vez presidente a los cinco días de asumir cumplía la promesa de anular la autoamnistía decretada por las Juntas y llevaba a los Comandantes a Juicio, donde todavía hoy tenemos presente el alegato del entonces fiscal Julio César Strassera, que culminaba "señores jueces NUNCA MÁS" . Título que llevaba el trabajo de la CONADEP, organismo cuya cabeza más notoria era Ernesto Sábato, pero estaba acompañado de otras personalidades notables como el Dr. René Favaloro, Jaime de Nevares, Daniel Salvador, entre otros, la creación de dicha Comisión fue otra decisión firme de Alfonsín en pos de la Verdad, la Justicia y la Memoria.
Con motivo de conmemorarse el aniversario número 33 del funesto Golpe, el Instituto Moises Lebensohn organizó el martes 24 de marzo un acto en la Federación de Box, donde Pepe Eliaschev en carácter de periodista moderador entrevistó a un panel integrado por el Ex Fiscal ya mencionado junto a Dr. Gil Laavedra, en ese entonces Camarista, Magdalena Ruiz Guiñazú y Graciela Fernández Meijide (miembros de CONADEP).
Acto al cual asistí y al salir del mismo me vino a la cabeza una idea que quiero compartir con ustedes aunque no creo que sea original ni descabellada: NO SERÍA UN LUJO QUE JULIO CESAR STRASSERA ENCABECE LA LISTA 3 DE U.C.R. DE CAPITAL O EN SU DEFECTO EN PROVINCIA ACOMPAÑANDO A RICARDO ALFONSÍN!!.
Recordá en este video el alegato de Julio César Strassera
STRASSERA RESPONDE A PIGNA POR JUICIO A LAS JUNTAS
Felipe Pigna-¿Cuál fue la repercusión social que tuvo el juicio a las juntas y cómo se fueron produciendo los efectos en la sociedad hasta llegar al indulto?
Julio C. Strassera-Fue sumamente trascendente. Fue la primera vez -yo le diría en el mundo- que se enjuició a quienes detentaron la suma del poder público sin más armas que las leyes; y con las fuerzas armadas en franca oposición a estos juicios. Se los enjuició por los mismos tribunales que lo pueden enjuiciar a usted, a mí o a cualquier ciudadano. Con un tribunal que tenía más de cien años de existencia en el país. Y aplicando el código penal vigente en la república desde 1922. Este es un hecho único en el mundo.
Desde el punto de vista moral, este juicio participó de las mismas necesidades que los juicios de Nüremberg y desde el punto de vista jurídico, lo supera al juicio de Nüremberg. Y le voy a decir por qué. Los juicios de Nüremberg fueron criticados nada menos que por gente insospechada de fascismo como don Luis Gimenez Gazúa, profesor de derecho penal. Fueron criticados porque se estableció un "tribunal especial, que era un tribunal del vencedor”, porque se había aplicado la ley penal de forma retroactiva. Esto no ocurrió en el juicio de Buenos Aires. Fue un juicio jurídicamente impecable y esto ha tenido una enorme trascendencia. Y la prueba de la enorme trascendencia fue la marcha que hubo contra los indultos donde todos los sectores sociales se manifestaron en contra de este perdón para los más grandes responsables del genocidio argentino. Hoy lo vemos con declaraciones de represores que ahora reconocen lo que en su momento, ciertos comunicadores sociales, ciertos legisladores dijeron que era una patraña ideada por la subversión. Hoy hay un señor que dice: sí, tiramos 30 personas vivas al agua. El sólo. ¿Cuántos más tiraron los demás? Yo creo que la repercusión fue muy grande y muy importante.
Desde el punto de vista moral, este juicio participó de las mismas necesidades que los juicios de Nüremberg y desde el punto de vista jurídico, lo supera al juicio de Nüremberg. Y le voy a decir por qué. Los juicios de Nüremberg fueron criticados nada menos que por gente insospechada de fascismo como don Luis Gimenez Gazúa, profesor de derecho penal. Fueron criticados porque se estableció un "tribunal especial, que era un tribunal del vencedor”, porque se había aplicado la ley penal de forma retroactiva. Esto no ocurrió en el juicio de Buenos Aires. Fue un juicio jurídicamente impecable y esto ha tenido una enorme trascendencia. Y la prueba de la enorme trascendencia fue la marcha que hubo contra los indultos donde todos los sectores sociales se manifestaron en contra de este perdón para los más grandes responsables del genocidio argentino. Hoy lo vemos con declaraciones de represores que ahora reconocen lo que en su momento, ciertos comunicadores sociales, ciertos legisladores dijeron que era una patraña ideada por la subversión. Hoy hay un señor que dice: sí, tiramos 30 personas vivas al agua. El sólo. ¿Cuántos más tiraron los demás? Yo creo que la repercusión fue muy grande y muy importante.
*ver reportaje completo en http://www.elhistoriador.com.ar/entrevistas/s/strassera.php
BIOGRAFÍA DE JULIO CÉSAR STRASSERA
Julio César Strassera fue el fiscal acusador que condujo el famoso Juicio a las Juntas de 1985. Este juicio, resultado del decreto número 158/83 del gobierno de Raúl Alfonsín, según lo exigía el entonces Código de Justicia Militar, se realizó contra nueve integrantes de las Juntas Militares (incluyendo jefes de estado) que gobernaron Argentina durante el autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” entre 1976 y 1983 que terminó con la condena de cinco de ellos, la mayor parte a cadenas de prisión perpetua. Fue el primer proceso masivo en contra comandantes militares por el asesinato masivo de personas desde los Juicios de Núremberg, el único en el mundo hecho por tribunales civiles.
El 4 de octubre de 1984 la Cámara Federal en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal (tribunal civil) tomó la decisión de desplazar al tribunal militar que estaba enjuiciando a las juntas para hacerse cargo directamente al mismo, como autorizaba la ley 23.049 aprobada en febrero de ese año. Los fiscales fueron Julio César Strassera asistido por Luis Gabriel Moreno Ocampo. El juicio se realizó entre el 22 de abril y el 14 de agosto de 1985. Se trataron 281 casos.
En el juicio Strassera realizó de viva voz la acusación pública contra los dictadores, que constituye un documento histórico y una pieza fundamental en la defensa de los derechos humanos.
Strassera cerró su alegato con esta frase:
Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: "Nunca más".
El 9 de diciembre se dictó la sentencia condenando a Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a 17 años de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando Ramón Agosti a 4 años de prisión. Por las características que tuvo, la condena a las juntas militares realizada por un gobierno democrático constituye un hecho sin precedentes en el mundo, que contrastó fuertemente con las transiciones negociadas que tuvieron lugar en aquellos años en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal y Sudáfrica.
Después del juicio, Strassera fue representante argentino ante los organismos de derechos humanos con sede en Ginebra y con motivo de los indultos de los militares dispuestos por el presidente Menem, se retiró de la función pública y se dedicó a ejercer su actividad como abogado y a participar activamente de la actividad de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), organización de la que forma parte integrando su presidencia.
En 2006 defendió a Aníbal Ibarra en el juicio político por el que fue removido de su cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a causa del incendio sucedido en la discoteca Cromagnón.
A fines de 2008 Strassera acusó al kirchnerismo de no querer acelerar las causas por delitos de lesa humanidad.[1]
"Estas causas son muy complicadas. Pero el Poder Ejecutivo no las quiere tratar porque le conviene prolongarlas ya que las quieren usar como bandera de los derechos humanos, de la que se ha adueñado"
En esa ocasión tambien afirmó:
[...]"si las elecciones de 1983 las hubiera ganado este oficialismo, no hubiera habido ningún juicio contra los militares"
El 4 de octubre de 1984 la Cámara Federal en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal (tribunal civil) tomó la decisión de desplazar al tribunal militar que estaba enjuiciando a las juntas para hacerse cargo directamente al mismo, como autorizaba la ley 23.049 aprobada en febrero de ese año. Los fiscales fueron Julio César Strassera asistido por Luis Gabriel Moreno Ocampo. El juicio se realizó entre el 22 de abril y el 14 de agosto de 1985. Se trataron 281 casos.
En el juicio Strassera realizó de viva voz la acusación pública contra los dictadores, que constituye un documento histórico y una pieza fundamental en la defensa de los derechos humanos.
Strassera cerró su alegato con esta frase:
Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: "Nunca más".
El 9 de diciembre se dictó la sentencia condenando a Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a 17 años de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando Ramón Agosti a 4 años de prisión. Por las características que tuvo, la condena a las juntas militares realizada por un gobierno democrático constituye un hecho sin precedentes en el mundo, que contrastó fuertemente con las transiciones negociadas que tuvieron lugar en aquellos años en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal y Sudáfrica.
Después del juicio, Strassera fue representante argentino ante los organismos de derechos humanos con sede en Ginebra y con motivo de los indultos de los militares dispuestos por el presidente Menem, se retiró de la función pública y se dedicó a ejercer su actividad como abogado y a participar activamente de la actividad de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), organización de la que forma parte integrando su presidencia.
En 2006 defendió a Aníbal Ibarra en el juicio político por el que fue removido de su cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a causa del incendio sucedido en la discoteca Cromagnón.
A fines de 2008 Strassera acusó al kirchnerismo de no querer acelerar las causas por delitos de lesa humanidad.[1]
"Estas causas son muy complicadas. Pero el Poder Ejecutivo no las quiere tratar porque le conviene prolongarlas ya que las quieren usar como bandera de los derechos humanos, de la que se ha adueñado"
En esa ocasión tambien afirmó:
[...]"si las elecciones de 1983 las hubiera ganado este oficialismo, no hubiera habido ningún juicio contra los militares"
*fuente: WIKIPEDIA. http://es.wikipedia.org/wiki/Julio_César_Strassera
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