25 años de la Asunción de Raúl Alfonsín (Por Gustavo Angerame)
Un día soleado aquel 10 de diciembre de 1983, luminosa jornada como la cara esperanzada de cada argentino sin distinción de banderías políticas, sabíamos todos que una nueva etapa comenzaba, que no iba a ser fácil pero sin duda alguna lo peor había quedado atrás, se inauguraba un nuevo período democrático pero esta vez tenía que ser PARA SIEMPRE.
Para ello fue fundamental el coraje político de aquel hombre de Chascomús que apenas se ponía la banda presidencial ya dictaba el decreto de anulación de auto amnistía proclamada por la Dictadura Militar y ordenaba el enjuiciamiento a las Juntas de Comandantes ; como se había comprometido en la campaña electoral, mientras que el candidato justicialista tenía la postura de mantener el decreto de auto perdón del Proceso, se marcaba entonces una bisagra en la historia en relación al castigo por la violación de los derechos humanos.
Hoy en día algunos por olvidadizos y otros con mala intención tratan con ligereza aquella gesta de consolidación democrática, no ubican el contexto de la época donde el resto del continente sudamericano aún padecía gobiernos de facto, menospreciándola o acentuando en leyes de Punto Final o de Obediencia Debida, que afortunadamente se han derogado, pero ahora todo resulta más fácil, incluso aquellos que se jactan de ser los que abolieron las leyes de impunidad terminan siendo aliados electorales en Provincia de Buenos Aires de un líder carapintada que puso en vilo a la sociedad y al orden constitucional o apoyaron en 1983 a Luder con la autoamnistía o en 1989 a Menem con el indulto lo recibieron en su provincia como uno de los mejores presidentes de la historia y estos mismos que se proclaman progresistas y defensores de la riqueza nacional fueron cómplices necesarios del saqueo privatizador de YPF.
Si en el presente tenemos bien interiorizado que NUNCA MAS se revivirá aquella pesadilla en el país es porque Alfonsín convocó la formación de la CONADEP por la verdad, la memoria y la justicia y todos los argentinos tomaron conciencia del horror, aquel hombre campechano de Chascomús tuvo las agallas que hacían falta para conducir esa etapa, la convicción docente para democratizar a todos los estamentos de la sociedad, hizo mucho más que hacer descolgar un cuadrito.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
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