POR EL RUSO, POR AMAYA,
POR EL PUEBLO,
LA DERECHA QUE SE VAYA!!!
CARTA A LOS RADICALES PORTEÑOS
Hace unas semanas se cumplieron 122 años de la gesta la Revolución del Parque, el hito inicial de nuestra historia partidaria y que tuvo lugar, precisamente, en nuestra Ciudad.
La crisis del 2001 colocó al radicalismo, más que a ninguna otra fuerza política, en un estado critico del que, mas allá de alguna buena noticia efímera, no ha logrado recuperarse. Sin embargo, de todos los radicalismos, el capitalino es, sin lugar a dudas, quien padece la peor situación: la de una absoluta insignificancia política y electoral
Es impensable hablar de una recuperación real del radicalismo a nivel nacional sin que dicha situación se de en el Distrito Capital.
El radicalismo condujo esta Ciudad, desde el retorno de la democracia, en cuatro oportunidades , llevando a cabo excelentes gestiones como la de Saguier , la de Facundo Suárez Lastra, la de De la Rua y la de Olivera. Hoy es, lisa y llanamente, un partido desdibujado, sin alma, vaciado de militancia real y de debate, que día a día va languideciendo camino a su extinción.
Hace tiempo que el radicalismo está, usando una terminología náutica, al garete, y en esta instancia quizás sea útil la reafirmación de conceptos esenciales que nos sirvan de brújula.
1. El radicalismo no puede llegar a considerar ningún acuerdo o acercamiento con el kirchnerismo. El mismo no es más que una nueva versión del mutante peronismo, el que jamás se hace cargo de su pasado.
Los soldados kirchneristas de hoy, acompañaron la oleada neoliberal de los 90 sin cortapisas. El oficialismo es intolerante, tiene voluntades hegemónicas, y detenta niveles insoportables de corrupción. Es una nueva versión del peronismo, pero con algunas de las cualidades de siempre.
2. El radicalismo nada tiene que ver con el macrismo. Es inadmisible que quien se diga radical sostenga la posibilidad de un acuerdo electoral o participe de una gestión que se caracteriza por ser insolidaria para con una importante porción de nuestros vecinos, que es meramente marketinera, totalmente vaciada de contenido y con un discurso propio de la antipolítica.
El radicalismo jamás puede comulgar con quienes creen que el manejo de la cosa pública se realiza con parámetros de gestión empresaria, con sus análisis y costos, pero con una total desatención de elementos fundamentales de nuestro ideario como son la educación o la salud publica.
El macrismo es una version remixada del neoliberalismo de los 90 y es la fiel expresión actual del pensamiento que se dice moderado o de centro, pero que es claramente conservador.
En nuestro distrito no son pocos los dirigentes y militantes radicales que acompañan la gestión macrista como candidatos, funcionarios políticos, legisladores, asesores, pero lo que es mas absurdo aun es que no se afilian al PRO. Lo hacen integrados dentro de nuestra institucionalidad partidaria, incluso siendo parte de los organismos partidarios.
Claramente desde allí socavan y boicotean, como quintacolumnistas, toda posibilidad de recuperación partidaria a fin de entregarlo como botín político a Mauricio Macri.
Quienes incurran en las adhesiones al kirchnerismo o al macrismo deben ser expulsados de las filas partidarias, más allá del cargo y de las estructuras que detenten.
3. El radicalismo metropolitano se debe una profunda reformulación de sus procederes y conductas políticas. A saber:
a) Es imposible pretender liderar o conducir políticamente si no se detenta un mínimo de aceptación social. Dirigentes carentes de esta cualidad son quienes, entre bambalinas o desde sus oficinas, conducen efectivamente el partido más allá de sus organismos de conducción.
b) El radicalismo no es construcción efímera, ni un proyecto individual. Es un sueño y un proyecto histórico colectivo que ha atravesado tres siglos y, por ende no puede ser una vidriera o una máquina electoral a favor de las apetencias, egos o necesidades individuales.
c) Se confunde recuperación con subsistencia y no son sinónimos. La subsistencia es la apuesta de chiquitaje a una banca o el conchabo salvador que permita mantener un mínimo de estructura política. La recuperación es que el partido se revigorice y constituya una alternativa de poder real en el distrito.
d) No es que la gente no escuche al radicalismo, si no que antes el radicalismo dejo de escuchar a la gente. Hay radicales: los hay en clubes de barrio, en ONG, en colegios profesionales, en sindicatos, y el acercarlos, no el espantarlos, es la tarea militante.
e) Es imprescindible la renovación de una agenda con temáticas metropolitanas, muchas veces dejadas de lado por privilegiar la temática nacional. Ambas agendas deben ser materia de labor y de opinión permanente de nuestro Partido, en forma consensuada y coherente.
En resumidas cuentas, los firmantes de este documento creemos que, en esta instancia, el radicalismo metropolitano pertenece más que nunca a sus militantes, a los de la intemperie, a los que nos quedamos y jamás abjuramos de nuestro ideario y de nuestra pertenencia.
Quienes suscribimos este documento no queremos que el radicalismo de la Capital muera, no solo porque es nuestra casa, sino por que es, a nuestro juicio, la herramienta fundamental para la construcción de una sociedad mas plural, tolerante e igualitaria.
Para evitar esto, convocamos a los radicales porteños a ponernos en marcha.
La crisis del 2001 colocó al radicalismo, más que a ninguna otra fuerza política, en un estado critico del que, mas allá de alguna buena noticia efímera, no ha logrado recuperarse. Sin embargo, de todos los radicalismos, el capitalino es, sin lugar a dudas, quien padece la peor situación: la de una absoluta insignificancia política y electoral
Es impensable hablar de una recuperación real del radicalismo a nivel nacional sin que dicha situación se de en el Distrito Capital.
El radicalismo condujo esta Ciudad, desde el retorno de la democracia, en cuatro oportunidades , llevando a cabo excelentes gestiones como la de Saguier , la de Facundo Suárez Lastra, la de De la Rua y la de Olivera. Hoy es, lisa y llanamente, un partido desdibujado, sin alma, vaciado de militancia real y de debate, que día a día va languideciendo camino a su extinción.
Hace tiempo que el radicalismo está, usando una terminología náutica, al garete, y en esta instancia quizás sea útil la reafirmación de conceptos esenciales que nos sirvan de brújula.
1. El radicalismo no puede llegar a considerar ningún acuerdo o acercamiento con el kirchnerismo. El mismo no es más que una nueva versión del mutante peronismo, el que jamás se hace cargo de su pasado.
Los soldados kirchneristas de hoy, acompañaron la oleada neoliberal de los 90 sin cortapisas. El oficialismo es intolerante, tiene voluntades hegemónicas, y detenta niveles insoportables de corrupción. Es una nueva versión del peronismo, pero con algunas de las cualidades de siempre.
2. El radicalismo nada tiene que ver con el macrismo. Es inadmisible que quien se diga radical sostenga la posibilidad de un acuerdo electoral o participe de una gestión que se caracteriza por ser insolidaria para con una importante porción de nuestros vecinos, que es meramente marketinera, totalmente vaciada de contenido y con un discurso propio de la antipolítica.
El radicalismo jamás puede comulgar con quienes creen que el manejo de la cosa pública se realiza con parámetros de gestión empresaria, con sus análisis y costos, pero con una total desatención de elementos fundamentales de nuestro ideario como son la educación o la salud publica.
El macrismo es una version remixada del neoliberalismo de los 90 y es la fiel expresión actual del pensamiento que se dice moderado o de centro, pero que es claramente conservador.
En nuestro distrito no son pocos los dirigentes y militantes radicales que acompañan la gestión macrista como candidatos, funcionarios políticos, legisladores, asesores, pero lo que es mas absurdo aun es que no se afilian al PRO. Lo hacen integrados dentro de nuestra institucionalidad partidaria, incluso siendo parte de los organismos partidarios.
Claramente desde allí socavan y boicotean, como quintacolumnistas, toda posibilidad de recuperación partidaria a fin de entregarlo como botín político a Mauricio Macri.
Quienes incurran en las adhesiones al kirchnerismo o al macrismo deben ser expulsados de las filas partidarias, más allá del cargo y de las estructuras que detenten.
3. El radicalismo metropolitano se debe una profunda reformulación de sus procederes y conductas políticas. A saber:
a) Es imposible pretender liderar o conducir políticamente si no se detenta un mínimo de aceptación social. Dirigentes carentes de esta cualidad son quienes, entre bambalinas o desde sus oficinas, conducen efectivamente el partido más allá de sus organismos de conducción.
b) El radicalismo no es construcción efímera, ni un proyecto individual. Es un sueño y un proyecto histórico colectivo que ha atravesado tres siglos y, por ende no puede ser una vidriera o una máquina electoral a favor de las apetencias, egos o necesidades individuales.
c) Se confunde recuperación con subsistencia y no son sinónimos. La subsistencia es la apuesta de chiquitaje a una banca o el conchabo salvador que permita mantener un mínimo de estructura política. La recuperación es que el partido se revigorice y constituya una alternativa de poder real en el distrito.
d) No es que la gente no escuche al radicalismo, si no que antes el radicalismo dejo de escuchar a la gente. Hay radicales: los hay en clubes de barrio, en ONG, en colegios profesionales, en sindicatos, y el acercarlos, no el espantarlos, es la tarea militante.
e) Es imprescindible la renovación de una agenda con temáticas metropolitanas, muchas veces dejadas de lado por privilegiar la temática nacional. Ambas agendas deben ser materia de labor y de opinión permanente de nuestro Partido, en forma consensuada y coherente.
En resumidas cuentas, los firmantes de este documento creemos que, en esta instancia, el radicalismo metropolitano pertenece más que nunca a sus militantes, a los de la intemperie, a los que nos quedamos y jamás abjuramos de nuestro ideario y de nuestra pertenencia.
Quienes suscribimos este documento no queremos que el radicalismo de la Capital muera, no solo porque es nuestra casa, sino por que es, a nuestro juicio, la herramienta fundamental para la construcción de una sociedad mas plural, tolerante e igualitaria.
Para evitar esto, convocamos a los radicales porteños a ponernos en marcha.
ALCALDE, Fernando; AGUERO, Magdalena ; AKRICH , Raúl; ARAMBURU, Armando ; ARAMBURU, Gustavo; AREVALO, Mariano; AUMEDES, Noemi; BADER, María Ángela, BÄLHER, Martha;BANZAS, Lucia, BARAT Maria Alicia ; BARRI, Lorena; BELNICOFF, María Antonia; BIANCO, Mabel; BOTANA, Agustín; BRIL, Doris; CAFFARENA, Carlos; CANAY, Marcelo Néstor; CAPPUCCIO, Emilio; CARRANZA, Gonzalo; CASASBELLAS ALCONADA, Teresa ;CABIATI, Clementina ;CISNEROS , Leonor; CLIENTI, Roberto; COLLINO, Claudia; COSTA, Horacio; CUVIELLO, Norberto; DASSO BOULLON, Javier Ariel, DIAZ, Olga; DIEZ, Eleonora; DIO, Juan Carlos; DIONISIO, Jorge; DURANTE, Ricardo Héctor; ESTOUP, Oscar; EZCURRA, Aldo C.; FAZIO, Silvia; FERNANDEZ Cristina; FRAGNUL, Martha; GABELICH, Marcelo; GARIBALDI, Marcelo Guillermo; GAUNA, Juan Octavio; GAUNA, Martha R.; GENTILINI, Raquel Daniela; GIAMPOALO, Mabel; GHIGLIANI, Alejandro; GIBAJA, Emilio; GODOY, Emma; GOURINSKI, Nora; GRANDE, Franco Rafael; GRANZURGER, Maximiliano; GRIPPALDI, Valentin; GUALCO, Rafael Alberto; GUERBERROFF, Jorge; GUERRA, María Olga; GURRUCHAGA, Jorge; HELGUERA, Oscar; HERNAEZ, Carlos; IBARRA, Hugo; ILLIA, Leandro Hipólito; INTILE, Trinidad; JALARIS, Paula; LAMBRUSCHINI, Xavier Ariel; LAPADU, Héctor; LARESSE, Vilma; LAVANDEIRA, Maria Soledad; LAVIA, Edmundo; LENNARD, Gustavo; LON, Felix ; LOPEZ SAA, Guillermo; Makarz, Horacio; MARANGHELO, Mirta; MARTEAU, Eugenia; MARTEAU, Héctor; MARTINEZ, Miguel Angel;MAS, Marta; Matozo, Gastón; MEDRANO, María Luisa; MENDES DIAZ, Ana María; MONTENARE, Eugenia ; MORENO HUEYO, Guillermo; NERI, Aldo; NIETO, Lautaro; NOGUEIRA, María Elena ;OLAZ VIZCARRA, Julio, OLHA, Pablo; ORGEIRA, Maria Antonia; OTERO PEREZ, Dora Beatriz; PAEZ DE LA TORRE, Ángel; PAPALEO, Alejandro Roberto; PARRY, Inés; PELLEGRINI, Rubén; PENNA, Graciela; PEÑA, Carlos María; PEPINO, Esther: PEREZ, Emilse Iris ; PINTO, Claudia , PISANI, TORRE Eduardo Antonio; PONCE, Miguel; PORTO, Cesar; PRADO, Lidia; PRECE, Graciela; QUIROGA, María Valeria; QUIROZ, Morena; RABADE, Olga; RINALDI, Norberto; RICHTER, Susana; RIZZO, Alejandra; RODRIGUEZ, Héctor; RODRIGUEZ, José Luis;Rodríguez, María Esther; ROMERO, Maria del Carmen; ROVIRA, Joselo; SACCHI, Carlos; SAKIN, Dario Eduardo; SANDIANEZ, Analía; SANTOS, Amalia; SANTOS, Elsa; SASSANO, Sebastián; SERAFINO, Susana; SERNA, Alberto; SILVA, Elena Obdulia, SIMERMAN, Ana María; STROCOVSY , Alberto; STROCOVSY, Fanny; TIRRO, María de las Mercedes; TOMASSINI, Norberto; TORRES AVALOS, Oscar; TORROIJA, Roberto; URQUIZA JAIME, Carlos; VALMAN, Leandro;Valotta, Agustín; VAZQUEZ SILVIA; VESCO, María Cristina; VIVAS, Raúl Enrique; YALOVETZKY, Raúl Mario ; ZAVALUA,Carolina; ZALDIVAR, Alfredo, ZIEGLER, Héctor
SUSCRIBO FERVIENTEMENTE:
Gustavo ANGERAME , blog ILLIA, ALFONSÍN, LEGADO ÉTICO
somos la vida, somos la paz, somos el juicio a la junta militar.
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