UNA COLUMNA RADICAL
NI MACRI NI KIRCHNER, BUENOS AIRES
por Hernán Rossi
El domingo los ciudadanos de Buenos Aires concurrimos a las urnas para elegir Jefe de Gobierno por quinta vez en nuestra historia como Ciudad Autónoma. Fue una jornada democrática ejemplar donde debutaron las mesas mixtas, superando así una división anacrónica.
Las urnas hablaron y el resultado fue un contundente triunfo del oficialismo local, representado por Mauricio Macri, seguido a casi veinte puntos de distancia por otro oficialismo, el nacional, representado en la contienda por el Senador Daniel Filmus, ex funcionario en Educación de Carlos Grosso, reciclado luego en el ibarrismo.
El primer dato, entonces, es que como viene ocurriendo en todo el país (con la única excepción de Catamarca), los oficialismos son muy difíciles de derrotar. Un segundo dato es la ausencia casi total de debate en torno a propuestas para mejorar una Buenos Aires que de manera abrumadora no nos contenta a quienes la habitamos (me atrevo a incluir aquí a muchísimos de quienes ayer votaron por Macri).
Ello nos lleva a una tercera posible conclusión. La elección se nacionalizó. Esto es, una porción importante del electorado que hasta pocos días antes se encontraba indecisa o se inclinaba por otras opciones, votaron a favor o en contra del kirchnerismo, a favor o en contra del macrismo, pero no lo hicieron por propuesta de gobierno en salud, educación, seguridad, vivienda, cultura, etc. Es decir, no votaron por Buenos Aires.
Alguna responsabilidad en ello tienen, en general, los medios de comunicación, quienes asociados a algunas consultoras de opinión, instalaron la idea de la polarización mucho antes de que esta ocurriera. Mayor aún es la responsabilidad que nos cabe a los partidos que, teniendo propuestas, experiencia de gestión en la ciudad, hombres y mujeres capaces de gestionar, no supimos comunicarle a los ciudadanos que, de las muchas ventajas que tiene el balotaje, una de ellas es que en la primera vuelta se puede votar por propuestas, con mayor libertad que en la segunda.
Ello no sólo permite que la elección se centre más en cuestiones programáticas, obligando a los candidatos a hablar de problemas concretos, sino que además es extremadamente importante para el sistema republicano de gobierno. Pocos candidatos hablaron, por ejemplo, que es en la primera vuelta cuando se constituye la legislatura.
Si uno desea que la misma sea más plural y multicolor, empujando a partidos menores a las bancas, puede hacerlo sabiendo que en la segunda vuelta puede definir finalmente entre los dos candidatos al ejecutivo más posicionado. En la “jerga” popular, uno no “pierde” el voto, ni en primera ni en segunda vuelta. El balotaje perfecto que tenemos en Buenos Aires hace todavía más factible esta manera “pensada” de ejercer el sufragio.
En definitiva, de lo que se trata hacia delante, hacia el futuro, es de ampliar la calidad de nuestra democracia, haciendo hincapié en la cultura política y cívica de la ciudadanía en su conjunto. El estado, y también los medios de comunicación, deben propender a ello con mucho mayor ahínco de lo que lo vienen haciendo.
Una última cuestión antes de dejarles estas reflexiones. Pertenezco a un partido, la Unión Cívica Radical, que es opositor al kirchnerismo en la Nación, y al macrismo en la Ciudad. Por razones distintas: en un caso, por convicciones democráticas y republicanas, en otro, porque entendemos que gobernar Buenos Aires no puede reducirse a estrategias de marketing vacías de contenido humano. La ciudad no es un producto que se vende, ni es una empresa. Es una comunidad de personas que sienten, sufren, y se relacionan para progresar y superarse. Y nada de esto último viene ocurriendo desde hace cuatro años.
Por tanto, como porteño, no votaré en la segunda vuelta ni por Macri ni por Filmus. No realizo una “convocatoria” al voto en blanco, lo cual sería, tras los resultados de la primera vuelta, casi una falta de respeto al electorado. Cada ciudadano votará a conciencia, que de eso se trata la democracia. Pero como persona pública, aspirante a una banca en el Congreso, considero necesario decir con toda transparencia cual será mi conducta en el cuarto oscuro. En cambio, trabajaré junto a mi partido, en la construcción de una alternativa sensata para Buenos Aires que nos rescate de esta especie de “secuestro” a la que ambos oficialismos nos vienen sometiendo. Confío que en el futuro próximo los habitantes de Buenos Aires se sumen a este proyecto.
HERNÁN ROSSI, CANDIDATO A DIPUTADO NACIONAL POR LA CIUDAD
http://hernanrossi.com/2011/07/12/ni-macri-ni-kirchner-buenos-aires/
martes, 12 de julio de 2011
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